Igual que la versión gringa, un rapero llegaría a Los Pinoles para ofrecer un cambio total al país que nada más no anda. Le entregan las llaves y se dedica en una semana a cambiar la vida de los funcionarios públicos, desde la vestimenta, sus autos baratos por unos lujosísimos, comidas en restaurantes caros y al himno lo transforma en rap. Lo malo es que todo lo anterior ya lo hacen los políticos.
Podría contratar a los Fabulous 5 de esta serie de televisión que ayuda a tipos tristes, grises y sin futuro a darle un giro radical a su vida, enseñándoles las bondades del buen gusto por la ropa, el aseo personal, la comida y el vino, cual sibarita del mundo. Si esto sirve de ejemplo, muchos podrían seguirlo. Ya ven que esta lucha es de todos. Recuerden: Roma no se hizo en un día.
Un día llegarían a tocar a nuestras casas, pero no para preguntarnos sobre el censo, sino para decirnos que nos hemos ganado unas vacaciones a las islas Fidji con todos los gastos pagados. Y mientras nos vamos viene un equipo norteamericano a cambiar todo el país, desde el gobierno hasta los ciudadanos. Y cuando regresamos nos reciben con: Welcome to United States of Mexico.
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